sábado, 6 de febrero de 2010

Otra historia dedicada a ti

No hay nada peor que tener aquéllo que deseas junto a ti y no poder cogerlo.
Aún así, tan sólo el poder rozarlo con la punta de los dedos me hace feliz. Una felicidad superficial, engañosa, pero que sirve para no desmoronarme y que el corazón no se rompa en pedazos.
Si hubiera sabido que aquélla sería la última tarde, el último abrazo, las últimas risas o el último adiós... Si lo hubiera sabido, te habría cogido con fuerza, sólo para que no pudieras volver a marcharte.
Y es que últimamente todo me sabe a ti. Un lugar, un olor, un recuerdo... una mezcla de sentimientos que me van sacudiendo día a día y que no sé si acabarán por destruirme del todo. Puede que el verte me haga daño; tal vez esté cometiendo un error -otro más- manteniéndote a mi lado a pesar de todo. Sin embargo, sencillamente pienso que, si ya es difícil seguir sin tu corazón, sería imposible seguir sin ti. Aunque no estés conmigo, aunque ya no sea especial, aunque el amor no exista. A pesar de todo eso, estaré contigo. Estaré bien, pondré buena cara y sonreiré; no será fácil, habrá momentos en que seguramente no podré soportarlo y alguna lágrima perdida se escapará de mi control. Aún así, lo intentaré una vez más. Así me duela, así tenga que aguantar el llanto, así tenga unas insoportables ganas de ti.
Porque, a pesar de todo, por encima de nada más me importa tu felicidad. Me importas tú.

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